Objetivo:
- Favorecer el conocimiento
- Aumentar cohesión en el grupo-clase.
Destinatarios:
- Un grupo de jóvenes o niños
Temporalización:
- 1 hora
Materiales:
- Un ovillo de lana
- Sillas en círculo.
Desarrollo:
El grupo está sentado en círculo sin dejar espacios vacíos.
El ovillo lo tiene el profesor y se lo lanza a otra persona del grupo sujetando
el extremo. Justo antes de lanzarlo dice en voz alta: “Me llamo
..................... y quiero ofreceros
mi .................................... (una cualidad personal positiva)”.
Quien recibe el ovillo dice su nombre y una cualidad positiva que quiere
ofrecer al grupo. Cuando termina lanza el ovillo a otra persona sujetando el
hilo de manera que quede más o menos tenso (sin que llegue a tocar el suelo).
Cuando todos hayan recibido el ovillo quedará formada una estrella de tantas
puntas como participantes.
Es importante tener en cuenta que: a) No se puede lanzar el
ovillo ni a los dos de la derecha ni a los dos de la izquierda.
b) Hay que tener agilidad. No hay que pararse a pensar
profundamente cuál de nuestras numerosas
cualidades ofrecemos al grupo, sino cualquiera que imaginemos que pueda
resultar valiosa para los demás y para el grupo.
c) Si alguna persona se queda bloqueada a la hora de decir
una cualidad suya, se puede invitar a otro del grupo que lo conozca, a que la
diga.
Evaluación:
Es conveniente realizar una breve evaluación de la
actividad. En primer lugar, invitaremos a quien lo desee, a que exprese cómo se
ha sentido (siempre suele haber alguien que comenta que sería mucho más fácil
decir algún defecto). Hay que resaltar también cómo dentro de cada uno de
nosotros existen potencialidades, a veces ocultas, que vamos a ir poniendo en
práctica a lo largo del curso.
La imagen de estrella suele ser bastante elocuente, pero se
puede hacer algún comentario o invitar a alguien a que lo haga. Algunas
sugerencias son:
a) Todos somos necesarios para mantener la red tensa, si uno
suelta, se afloja un poco la red. Es un trabajo realizado entre todos; el clima
de clase dependerá de todos y cada uno de nosotros. b) La red tiene también un
simbolismo de seguridad, como la de los trapecistas en el circo: con una red
tejida de nombres, rostros y cualidades puestas al servicio de que el grupo
funcione, podemos sentirnos más seguros que en solitario. c) Siguiendo con este
símil, la red puede ser el colchón que amortigüe las situaciones conflictivas
en nuestro Centro, dando seguridad a todos aquellos que deseen ser escuchados y
atendidos, al margen de los cauces disciplinarios.
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